En un mundo donde la construcción modular marca el futuro, la Casa Negra se presenta como un modelo de eficiencia, diseño y confort. Desarrollado junto a Torrado Arquitectos, este proyecto reinterpreta la idea de la casa-patio, articulando los espacios en torno a un vacío central para potenciar la luz natural y la conexión con el entorno.
Construida en solo tres meses, con ensamblaje en dos semanas, esta vivienda combina la precisión industrial con la personalización. Sus amplios ventanales de aluminio A40 de Aluar con ruptura de puente térmico y DVH, junto con la opción de calefacción por salamandra Tromen, garantizan confort en todas las estaciones.
El interior se distingue por su calidez y funcionalidad:
- Cocina equipada con electrodomésticos de acero inoxidable y mesadas de granito.
- Revestimientos de madera en cielorrasos y paredes, sumando textura y calidez.
- Postigos con cierres magnéticos y una fachada protegida con pintura epoxi para máxima durabilidad.
Más que una casa modular, esta vivienda es la prueba de que la industrialización y la personalización pueden ir de la mano, creando espacios únicos, eficientes y acogedores.